martes, 23 de marzo de 2010

OPTIMISMO JUSTIFICADO

Sonrío cuando vago por las calles de mi imaginación, siempre sola, siempre con las notas de mi canción bailando dulcemente...Intento encontrarte cuando la oscuridad se hace presente, cuando el primer rayo de sol me despierta cada mañana, cuando el sueño me vence y mis párpados comienzan a cerrarse... Pero nunca estás. Sin embargo, cuando no te espero, cuando no te sueño, apareces, como si ganaras en este pulso que ambos echamos al destino... Y llegas pletórico, llegas tan cambiado... como si el tiempo hubiera hecho estragos en tí, como si fueses otra persona. No hay vez que no te reconozca, no hay un instante en el que dude acerca de quién es el que se acerca a mí con esa sonrisa que hace suspirar sólo con verla, sólo con percibirla... Llenas mi mundo de color, llenas cada hueco que queda vacío. Los instantes en que puedo gozar de tu presencia son tan efímeros en el tiempo que apenas puedo darme cuenta de que ha ocurrido, de que el tiempo ha cedido y me ha permitido verte... pero ni imaginas cuánto me compensa, ni imaginas cuánto merece la pena esperar y obtener mi beneficio... Ojalá mañana despertara con la ilusión de volver a verte, ojalá que todo saliera bien, según yo lo espero. Sé que volverás. Sé que toda esta espera algún día cobrará sentido, y me alegraré de jamás haber abandonado... GANARÉ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario